Sobre de la Viuda Negra que habita en Ecuador
Una mañana triste, llena del ruido estridente que proviene de la capilla del pueblo «Selva Triste», los priostes y el populacho embrutecidos por el licor barato «danzan» y gritan dejando salir su verdadero «yo»… un barullo insoportable similar al de los almacenes de venta de autos y boticas en la capital de este pedacito de planeta llamado Ecuador. En el pastizal central de un espantoso conjunto de casas, una pacífica vaca, rumiando su infelicidad a sabiendas que su leche y luego hasta sus pezuñas serán vendidas al mejor postor.
A pocos metros de ella, en el bordillo de la vereda se impacientan las medio venenosas viudas negras. He contado hasta 25 en menos de tres metros lineales. Venidas de Australia, quien sabe porqué medios, seguramente se han adaptado a este soporoso clima lleno de comida para ellas. Mirando atentamente sus formas y colores la conclusión es aparentemente simple, son Latrodectus hasselti de la familia de las Theridiidae, un poco de curiosidad me lleva a una tesis 2013 de un licenciado en entomología, graduado en una de esas universidades de curas, en la cual asevera que en Ecuador solo se han colectado e identificado plenamente a especímenes de Latrodectus geometricus, que son muy distintas pues son parduzcas, y que las arañas de espalda roja (redback) que ahora mismo las tengo colectadas en frascos de cristal con un alcohol de buena concentración son simplemente Latrodectus sp.
Es decir nada saben sobre ellas, tan solo las han colectado en Guayllabamba, Mitad del Mundo… y otro par de innombrables lugares, pero nadie ha pagado a los que saben para que hagan la identificación por ADN (Gen mitocondrial citocromo oxidasa), pero las fotos en su tesis muestran claramente a una latrodectus igual a las de «Selva Triste»
Mientras tanto, los niños traviesos que caen en las fauces de las viudas se contentan con la pomada que los hospitales públicos les dan, cuando llorando y moquiando llegan a las salas de emergencia, y en donde les dicen: «niño malo, niño mentiroso no te ha mordido una araña sino un simple mosquito» … de su veneno neurotóxico que causa espasmos musculares debido a la letroxina, es mejor no hablar.