Nuestro oxímoron
Chao, me voy con el Mar
Se va conmigo todo lo que llevo dentro
Esta mentira de creer que estoy cuando me pierdo
Esta comodidad de tener el día bajo control
De escribir sin estremecimiento
De enviarte cartas falsas para que veas que te pienso
Chao, me llevo estas ganas de pensarte simplemente
Y de escribirte cuando ya no pueda más de tanto llevarte
Me voy, en medio del desorden que quita la cadena
Al borde de la ignorancia que me libra de importarme
Puede ser que el Mar me regrese lavada por su espuma
Y me ponga a secar luego entre las rocas
Entre los acantilados que cortan mi contradicción
Quizá para entonces me ría y me entristezca
Por esa cualidad tan cambiante que me vive
Y que nos muere
Primavera nocturna y ciega
Entre los hilos de cáñamo
Y las semillas del café
Vuela la aguja insertando las ganas
de mirarte alado
sobre el camino de esta nocturna primavera
Se teje el collar a media luna
El sonido de los mullos se desgrana en las sábanas
Falta la mano que desanude esta pepita roja de mi sien
La urdimbre tarda hacia el amanecer
Llega con las puntas de caídas estrellas
Festeja su hechura entre mis senos
En una fiesta solitaria de perdidos planetas
Me doy vueltas buscándote
Me enredo en el cordón de esta galaxia
En la que duermes ciego de mí
Lengua de ciervo
Enrédame por los ojos
que siempre amanecen
nútreme de la sangre
que anochece inquieta
encapríchate con mi cuerpo
y súrcalo
una vez más
con tu lengua de siervo
Danza de culebra
amaestrada por la soledad
y la ternura
Desátate de tu bosque
y entra al mío
Invade el trágico destino de los pájaros
y perennízalo en mis huesos
Vuelve a mezclar mis recuerdos
con el bulto diario de la risa
ante la consumación de cualquier muerte
y hazme girar
en el aire lima que padeces
al igual que en la libertad que conoces
porque la tienes
Viste mi desnudez
con la desnudez del mundo
y si puedes
hazme aromar a desnudo
Devuélveme la quietud del silencio
para estar y ser
llévame hacia mis ocultos lugares
y con tu helechado esqueleto
acaricia mis maldades
y azótame niña otra vez
hasta traspasar la culpa y sus fantasmas
Lengua lienzo
lengua palpitación
lengua minuto diario
lengua dominante
lengua de muerto azul
lengua lenta
lengua de roble
y de inexistencia viva
lengua de siervo salvaje
que atraviesa
los arados de mi poesía
Atropello
Más allá del muelle que se calla
En las calles que soy y que padezco
En la muralla de esta soledad sin estrella
Llegas loba grulla a abrir la puerta
Con la llave de mis propios dedos
Llegas y esparces las últimas llamas del deseo
No es tarde, Llorona, yo soy tú
Llámame que apareceré desde los cuartos vacíos
Llorona loba grulla
Llamarada, cremallera, toalla roja
Estalla en mi oscuridad, purga mis llagas
Me dejaré llevar como una ciega
Cuando beba de mis senos llenos
Coraje
Si quieres estar conmigo
darás a luz tu soledad
por cada vértice
cristalizado en los encuentros
con la noche
Si quieres mirarme de verdad
tendrás que soltar tus miedos
al mar
y regresar desnudo
a mis selvas
con la fuerza y la marea
de una nueva libertad
Si quieres amarme
dibujarás con tus dedos
un camino sobre mi vientre
y borrarás los límites
de la región del fuego
Olerás a vida
serás dulce y lento
hasta mojar mi hoguera
Me habitarás de siglos
con tu lengua silenciosa
y fundarás así
tu reino de inocencia
Poesía de Ruth Patricia Rodríguez