Erasmus Darwin (1731-1802), sobre la Disertación del sexo de las plantas de Carlos Linneo 1759
Ansiosa atracción de hojas brillantes,
seres mágicos que pululan en las campanas
y sorben excitados de boca en boca el néctar divino,
recío del fondo del cáliz.
Extasiadas perciben las vírgenes yemas el zumbido
y trenzan coronas para frentes brillantes,
que así las deslumbran y conducen el tropel con dócil pasión,
todos unidos por aros de flores, hacia el altar.
Ancestral sabiduría en maridaje
con belleza, utilidad y amor,
cada una rinde su homenaje
a este sueco insuperado en su valor.
Admiración que merece del hombre
y fama eterna escrita por Cipído,
mientras las mujeres con gesto desprendido
esparcen flores para honrar su nombre.
Samuel Hull Wilcock